¿Cuáles son los principios de la medicina funcional?
¿Cuáles son los principios de la medicina funcional? Descubre como puede ayudarte conjuntamente con la iridología
La medicina funcional es un concepto aún reciente, creado a principios de los años 90, que aparece como una alternativa a los tratamientos de salud convencionales. Se ve como una acción mucho más humana y menos intervencionista, cuyo objetivo es promover la salud y el bienestar identificando y combatiendo las causas de las enfermedades.
También conocida como medicina integrativa o integral, tiene como objetivo prevenir y tratar enfermedades basándose no sólo en los síntomas de los pacientes, sino mediante la evaluación de genes, hábitos y otros factores que influyen en la salud de un individuo.
Esto se debe a que la medicina funcional se basa en el principio de que cualquier enfermedad o condición de salud se debe a desequilibrios que ocurren en nuestro cuerpo, como resultado de la interacción con el medio ambiente, el estilo de vida, los factores emocionales y los antecedentes médicos familiares. En este tipo de medicinas naturales se suele emplear técnicas de valoración del estado general del individuo, por ejemplo la Iridología, una gran herramienta de valoración del organismo. ¿Qué es la iridología?
La iridología es una terapia natural basada en el diagnóstico por el Iris. Puedes estudiar un curso de iridología online y aprender sobre el diagnóstico del iris de forma sencilla.
Son muchas las ocasiones en las que el diagnóstico habitual del paciente es poco fiable por falta de indicios y se fundamenta más en un tanteo o descarte que en una verdadera base científica. Es por ello, que podría ser acertado considerar la combinación de los métodos de diagnóstico ya conocidos con la iridología, a fin de llegar a un juicio lo más exacto y seguro posible, encaminado a la pronta recuperación del paciente (Berdonces, 2000). Gracias a la iridología podríamos orientar o apoyar el diagnóstico de diversas enfermedades (Jogi and Sharma, 2014), incluyendo entre ellas la Diabetes Mellitus (Samant and Agarwal, 2018), formaciones cancerosas o incluso la podemos usar para realizar un cribado primario de pacientes sospechosos de padecer Alzheimer (Hernández et al., 2019).
Más que una cura, busca comprender lo que el cuerpo intenta decir con cada síntoma y enfermedad, para volverlo más resistente y menos susceptible a los desequilibrios.
Los 5 principios de la medicina funcional
La medicina funcional se rige por 5 principios fundamentales que guían todo el proceso que se lleva a cabo en esta especialidad médica, desde la consulta hasta el tratamiento. ¡Descubre cuáles son!
Individualidad del paciente
Para la medicina integrativa, cada paciente es analizado individualmente. Lo que puede estar causando un determinado síntoma en una persona no es necesariamente la causa de otra. Dentro de la especialidad, cada paciente es visto como un ser humano único, que responde a estímulos externos de forma individual y particular según sus factores genéticos, creencias, experiencias de vida, hábitos alimentarios, etc.
Comprender al paciente como un todo.
La calidad de vida de una persona está influenciada por varios factores, ya sean físicos, mentales o sociales. Por tanto, la medicina funcional no se centra únicamente en los síntomas manifestados. Adopta un enfoque integrador para comprender toda la realidad del paciente y el contexto que lo llevó a manifestar esos síntomas. De esta manera, es posible identificar el origen del problema y hacer que el paciente comprenda su propia realidad y tome conciencia de las causas que lo están “enfermando”.
Cuidar al paciente, no a la enfermedad.
La medicina funcional se centra en el paciente. La enfermedad se ve como un mensaje enviado por el cuerpo de que es necesario cambiar algo en el estilo de vida. cuando ciertos
conductas o hábitos nocivos, los efectos sobre la salud son claros. Además, los profesionales pueden recomendar realizar actividades más espirituales, como la meditación, para que el paciente empiece a verse y comprenderse mejor a sí mismo.
La salud como vitalidad y no como ausencia de enfermedad
Para ser considerada sana, una persona no debe simplemente estar libre de enfermedades. Para la medicina integrativa, la salud es un estado vital de bienestar mental, físico, social, emocional y espiritual. Salud es tener vitalidad, disposición y comprometerse a vivir bien y plenamente.
Equilibrio entre factores internos y externos.
La medicina funcional afirma que es fundamental tener un equilibrio entre el ambiente interno y externo. En este caso, el ambiente en el que se inserta el paciente debe estar en armonía con los procesos biológicos que afectan los sistemas inmunológico, gastrointestinal y endocrino. La idea es que no tiene sentido tratar sólo un factor, ya que con el tiempo el otro acabará influyendo en la salud del paciente, perjudicando una vez más su calidad de vida.
Medicina Funcional X Medicina Convencional
La medicina convencional se centra en tratar enfermedades y suprimir sus síntomas. Esta especialidad médica tiene en cuenta la evidencia científica de las enfermedades, utilizando medicamentos según el tipo de síntomas que presenta el paciente.
El objetivo principal es combatir la enfermedad y, por tanto, no existe un tratamiento individualizado que tenga en cuenta las características particulares de cada paciente. Además, la medicina convencional no siempre actúa directamente sobre la raíz del problema, ya que sólo busca suprimir los síntomas, en la gran mayoría de los casos.
Por otro lado, la medicina funcional va más allá y propone un enfoque individualizado que tiene como objetivo combatir la causa que está provocando un determinado problema de salud. Eliminando hábitos y conductas nocivas es posible combatir la raíz del problema, promoviendo la integración entre la salud física, mental y emocional para que cada paciente pueda disfrutar de pleno equilibrio entre cuerpo y mente.
¿Cómo es la consulta?
Como la medicina funcional adopta una visión holística y completa del individuo, el profesional que trabaja en esta especialidad analiza al paciente en todas sus áreas, con una mirada más humanizada y buscando conocerlo en su totalidad. Por ello, se evalúan una serie de factores como son:
estilo de vida;
alimentación;
entorno en el que te encuentras insertado;
rutina;
actividad física;
calidad de sueño;
personas con las que vives;
ocio;
Satisfacción laboral;
espiritualidad.
Además de analizar los factores anteriores, el profesional también puede realizar una exploración física y solicitar exámenes complementarios personalizados. Luego de todo este proceso, se crea un plan de tratamiento específico que puede involucrar suplementación nutracéutica y hormonal, medicamentos homeopáticos, tratamientos complementarios –como acupuntura y punción seca–, además de la adopción de hábitos de vida saludables.