Cómo seran los cursos online y la formación del futuro
¿Cómo será la formación en el futuro y los cursos online?
Si a principios de 2023 podemos decir que la formación se ha vuelto tan estratégica es porque las empresas necesitan adaptarse constantemente. Así que, mañana, para afrontar los nuevos retos que les esperan, necesitarán convertir a sus empleados en “aprendices continuos”. Pero, ¿cómo se formarán?
1 – Actualmente, ¿cuál es el estado actual de la formación?
2 – Una fuerte dimensión colaborativa
3 – Las habilidades que se desarrollarán en el futuro
4 – ¿Cuál será el papel de los formadores en el futuro?
Actualmente, ¿cuál es el estado actual de la formación?
En las grandes empresas es evidente que el departamento de formación se está transformando progresivamente en un departamento de Learning & Development, este cambio de nombre no es tan insignificante. A diferencia del primero, el Departamento de L&D incluye la noción de aprendizaje. Es una señal de que la formación es cada vez menos monolítica y más fluida a la hora de promocionar cursos online debemos darnos cuenta de los grandes retos y cambios de tendencia inherentes.
Aprovechando el mayor poder de las nuevas tecnologías y un ecosistema EdTech particularmente dinámico, la formación se está liberando de las limitaciones temporales y geográficas, incluida la sala de formación tradicional. En consecuencia, “los empleados son ahora más autónomos en su aprendizaje, debido a la multiplicidad de métodos de aprendizaje, pero también a la individualización de sus itinerarios formativos”.
El análisis de datos de aprendizaje, o learning analytics, posibilitado por las nuevas tecnologías, permite el surgimiento del aprendizaje adaptativo, es decir, un aprendizaje personalizado que mejora significativamente la experiencia de aprendizaje. El problema radica en la legibilidad de la oferta de aprendizaje, que «a menudo es poco clara e insuficientemente difundida».
Hacia programas de formación más breves pero más frecuentes
La neurociencia, que se refiere al estudio científico del sistema cognitivo, nos permite tener una visión más precisa de cuál podría ser el entrenamiento ideal en el futuro. Alertando sobre los riesgos de “sobrecarga cognitiva”, nos enseñan, por ejemplo, que es más efectivo realizar entrenamientos en periodos cortos, y repartidos en el tiempo.
En el futuro, el microaprendizaje, cualquiera que sea su forma (guía interactiva, cuestionarios, videos, podcasts, etc.), deberá responder a los nuevos desafíos de la formación, especialmente en el lugar de trabajo. Sin embargo, es importante que estas sesiones (microaprendizaje) sean recurrentes (distribuidas en el tiempo de manera regular) para garantizar una mejor integración de las nuevas habilidades. Dado que la memoria es susceptible al olvido, es fundamental apostar por la repetición para fortalecer las conexiones sinápticas que conectan las neuronas entre sí. Asimismo, la formación debe captar la atención de los alumnos, estimulando sus sentidos y emociones, por ejemplo a través de la gamificación, la narración de historias, el humor, etc.
Una fuerte dimensión colaborativa
«Siempre aprendemos solos, pero nunca sin otros», escribió el profesor Philippe Carré en su libro de 2005 L’apprenance: vers un nouveau rapport au savoir. Una idea que ciertamente no es nueva, pero que sigue vigente, en un momento en que las interacciones humanas se realizan principalmente a través de canales digitales. Según Grégory Gallic, «el valor de una acción de formación, es decir, su capacidad para producir un resultado tangible en las prácticas de trabajo, se basa fuertemente en la interacción humana entre los participantes y con el formador», dice.
Para despertar el interés de los alumnos, la formación del futuro, ya sea presencial o a distancia, debe ser colaborativa y apoyarse en la inteligencia colectiva. Las empresas ya se han dado cuenta: entre las modalidades de formación que tienen a su disposición, el aprendizaje social es el preferido por el 52% de los DDH, según el último estudio internacional “Transformaciones, Habilidades y Aprendizajes” publicado por Cegos. En el futuro, el aprendizaje social será particularmente relevante para el aprendizaje informal en el lugar de trabajo. También irá de la mano con la voluntad de los empleados para desarrollar sus habilidades.
Habilidades que se desarrollarán en el futuro.
La formación se ha convertido, a lo largo de los años, en un tema altamente estratégico para las organizaciones. En concreto, porque se enfrentan a la obsolescencia de las competencias de sus empleados, lo que genera importantes necesidades de upskilling y recualification. Como las nuevas tecnologías desafían -cada año un poco más- las prácticas profesionales, la formación debe orientarse más hacia la creatividad, el pensamiento crítico, la empatía, el pensamiento adaptativo… En definitiva, “en las competencias humanas que constituyen nuestro valor añadido y que no se pueden reproducir por la inteligencia artificial», dice Grégory Gallic.
Saber discernir la información según su veracidad serán habilidades estratégicas para colaborar con la IA. “Los empleados del futuro también deben ser transdisciplinarios, es decir, tener competencias verticales en su trabajo, así como capacidades horizontales para comprender los desafíos de los compañeros de su entorno y, así, evitar trabajar en silos”, dice nuestro especialista.
¿Cuál será el papel de los formadores en el futuro?
¡Se acabó la actitud de especialista que a veces todavía caracteriza al entrenador! En el futuro, se espera que esté en la encrucijada de las profesiones de tutoría, tutoría y entrenamiento. “El formador asumirá varios roles, todos ellos vinculados a la facilitación. Sin embargo, esto supone que dé un paso al costado y acepte que ya no es el único poseedor del conocimiento”, explica Grégory Gallic. Organizar la co-creación de contenidos y promover interacciones entre los aprendices será parte de sus funciones. “Como ‘matchmaker de aprendizaje’, debe combinar las necesidades de cada individuo con los diferentes contenidos, es decir, los de sus compañeros”, añade.
Al agregar una miríada de datos sobre los aprendices, la inteligencia artificial incorporada en las herramientas de capacitación también cambiará profundamente la profesión de entrenador. Sin embargo, ¡no lo reemplazará! Por el contrario, la IA permitirá al formador apoyar el aprendizaje a lo largo del tiempo (verbalización del conocimiento, refuerzo del aprendizaje, apoyo continuo, etc.). Gracias a los datos, te ayudará a tener una mejor comprensión del comportamiento de los alumnos, en particular de sus momentos de desconexión.